El Departamento de Seguridad Nacional informó el lunes que había deportado a una profesora y médica de la Universidad Brown con un visado válido porque, según indicó, asistió al funeral de un dirigente de Hizbulá en febrero durante un viaje a Líbano.
Al ser interrogada por agentes de Aduanas y Protección Fronteriza a su regreso a Estados Unidos, Rasha Alawieh, que es libanesa, “admitió abiertamente” su apoyo al dirigente, Hassan Nasrallah, según una portavoz de Seguridad Nacional. Alawieh fue detenida el jueves en el aeropuerto internacional Logan de Boston.
“Un visado es un privilegio, no un derecho”, dijo la portavoz, Tricia McLaughlin, en un comunicado a The New York Times. “Glorificar y apoyar a terroristas que matan a estadounidenses es motivo para que se rechace la expedición de visados. Es una medida de seguridad de sentido común”.
El departamento no dijo cómo supo que Alawieh había asistido al funeral, que se celebró en un estadio deportivo y atrajo a decenas de miles de personas. Tampoco respondió a las preguntas sobre si Alawieh había sido acusada de algún delito o infracción de inmigración.
Stephanie Marzouk, abogada que representa a un miembro de la familia de Alawieh, no respondió el lunes a una solicitud de entrevista.
A última hora del domingo, un equipo de abogados del despacho Arnold & Porter, que se disponía a representar a la familia, se retiró del caso, diciendo al tribunal que su decisión se había tomado “como resultado de nuevas diligencias”.
El juez federal que supervisa el caso decidió aplazar una audiencia sobre el caso el lunes, después de que Marzouk solicitara más tiempo para prepararse. Marzouk representa a la prima de Alawieh, Yara Chehab, quien presentó la demanda primero para tratar de impedir que el gobierno deportara a Alawieh y luego para solicitar su regreso a Estados Unidos.
Michael Sady, un fiscal adjunto de Estados Unidos, presentó una nueva petición en el caso el lunes por la mañana, según consta en el sumario del tribunal. Esa presentación y otras han sido selladas.
Alawieh, de 34 años, es una ciudadana libanesa que viajó a su país de origen el mes pasado. Fue detenida el jueves cuando regresaba de ese viaje a Estados Unidos, según una denuncia judicial presentada por Chehab.
El juez del caso, Leo T. Sorokin, del Tribunal Federal de Distrito de Massachusetts, ordenó al gobierno el viernes por la noche que avisara al tribunal con 48 horas de antelación antes de deportar a Alawieh. Pero, al parecer, en ese momento ella ya estaba a bordo de un avión que se encontraba en la pista de aterrizaje de Boston, a punto de despegar hacia París, camino del Líbano.
Según el sumario judicial, el gobierno dijo el lunes que no tenía conocimiento de la orden de Sorokin cuando despegó el avión de Alawieh. Sin embargo, Clare Saunders, una de las abogadas que intervinieron inicialmente en el caso, dijo en una declaración jurada presentada el fin de semana que se encontraba en el aeropuerto el viernes por la noche y que había informado a los funcionarios de Aduanas y Protección de Fronteras de la orden del juez antes de que saliera el vuelo. Saunders trabaja en Arnold & Porter, el despacho que se retiró del caso el domingo por la noche.
Alawieh se licenció en la Universidad Americana de Beirut en 2015. Tres años más tarde llegó a Estados Unidos, donde realizó becas de investigación médica en la Universidad Estatal de Ohio y en la Universidad de Washington, y luego trabajó como residente en Yale.
Mientras estaba en Líbano visitando a unos familiares, el consulado estadounidense le expidió un visado H1-B, el tipo para trabajadores extranjeros con conocimientos especializados. Antes de eso, tenía un visado J-1, un tipo utilizado por algunos estudiantes extranjeros.
Un portavoz de la Universidad Brown, Brian Clark, dijo: “Seguimos intentando saber más sobre lo ocurrido”.
Hay escasez de médicos estadounidenses que trabajan en el área de especialidad de Alawieh, la nefrología de trasplantes. Los médicos nacidos en el extranjero desempeñan un papel importante en este campo, según los expertos.
El temor al estatus migratorio podría “perjudicar aún más el suministro”, dijo George Bayliss, quien trabaja en el programa de trasplantes de riñón de Brown Medicine con Alawieh.
Bayliss dijo que entre sus pacientes había personas que esperaban un trasplante y otras que padecían las complejas afecciones que pueden producirse tras un trasplante. Calificó a Alawieh de “médica con mucho talento y muy reflexiva”.
También dijo que no había hablado de política con ella.
En una carta enviada el domingo a los miembros de la comunidad universitaria, la administración de Brown aconsejó a los estudiantes extranjeros que “consideren la posibilidad de posponer o retrasar sus viajes personales fuera de Estados Unidos hasta que se disponga de más información del Departamento de Estado”.
Maya Shwayder colaboró con reportería. Susan C. Beachy colaboró con investigación.
Dana Goldstein escribe sobre educación y familia para el Times. Más de Dana Goldstein
Jenna Russell es la reportera principal del Times para Nueva Inglaterra. Está radicada cerca de Boston. Más de Jenna Russell